viernes, enero 25, 2008

La Calle del Cartucho ¿La calle del amor?




Especial de El Tiempo:
Historias de amor callejeras en Bogotá
"Gamín" es una palabra que la Real Academia de la Lengua Española no reconoce. Sin embargo, al ejerecer el ejercicio del "googleo" aparecen más de 10 mil entradas y si se ahonda un poco más, un diccionario de "botagonismos" (sí, en Bogotá se habla el mejor del mundo, que hasta tiene su propio diccionario), nos encontramos con que Gamín, significa; "Niño que, ya sea a fuerza o por voluntad, vive en las calles pidiendo dinero o robando transeúntes incautos".




Son los vagabundos, drogadictos y desposeídos del centro de Bogotá. Verdaderos zombis que se acercan a pedir para conseguir lo que reemplaza cualquier indicio de hambre, pena y frío (sí en Bogotá hace mucho frío) ; el Boxer, un pegante que cuesta la botella como 8 mil pesos. Cuando no lo pueden conseguir entonces fuman Bazuco, una pasta de cocaína no refinada que todavía tiene muchos químicos dañinos de su proceso de producción.




Los "gamines" tuvieron su lugar. "El Cartucho" de Bogotá funcionó hasta abril del 2005, fecha en que por órdenes del alcalde, se desplazó a su gente y se reubicó en otros lados de la ciudad. Muchos fueron a parar a regiones, que jamás en su vida habían imaginado pisar.




Hoy, casi tres años después del reubicamiento, el diario El Tiempo rescata estas historias. Son historias de calle, historias de amor, que nacieron un día en "El Cartucho".



¿Qué fue EL Cartucho?

‘El Cartucho" de Bogotá fue alguna vez un barrio residencial de nombre Santa Inés, ubicado entre importantes calles, donde vivían las familias más elegantes del siglo pasado. Con el transcurso del tiempo el centro de la ciudad se fue deteriorando y así estas grandes familias fueron abandonando o vendiendo sus casas para trasladarse a otros puntos de la ciudad. Fue así, como los "gamines" se fueron tomando esta zona, hasta convertirla en su resguardo. “La calle es nuestra casa, pero necesitamos guardarnos y tener nuestro propio lugar, por eso nos quedamos en lugares específicos, de donde no nos echen”, comentó Mario, uno de los 8 mil "reubicados"



Así está hoy, lo que fue El Cartucho.

La transformación de este barrio, ocurrida en el 2005 fue todo un suceso para la ciudad. Hoy en este lugar hay un parque que se llama Tercer Milenio, lleno de estatuas y grandes jardines, vacíos por lo cierto, pues nadie quiere recordar el pasado triste de este lugar, donde los elegantes personajes de esa Bogotá compraban la mejor droga o los sicarios encontraban el lugar perfecto para esconder sus asesinatos.

¿Qué será de esas familias, de esos jóvenes (más del 25% de los habitantes del Cartucho eran menores de edad?. Sin duda, la calle del Cartucho, que se encuentra detrás del palacio presidencial se recuerda hoy en la ciudad como un espacio de tristeza y de verguenza que muchas veces ha sido retratado en obras de teatro o caricaturas, que no hacen más que apretar el pecho a los bogotanos

miércoles, enero 09, 2008

Cierre de año a full…

El 2007 termino con muchas cosas importantes. Lo primero fue la visita en vísperas de navidad de Arturo, tuvimos nuestra evaluación técnica de lo que va corrido de nuestra estadía en Colombia. Hay varias cosas que mejorar, pero el trabajo ha estado bien en general.

Tuvimos la oportunidad de invitarlo a las tradicionales Novenas previas a navidad, con mucha natilla y boñuelos, que es la comida tradicional para estas fiestas. También asistimos al concierto de cierre de año de Telefónica y nos bailamos todas las canciones de Fonseca. Recorimos Ciudad Bolívar y pudimos evaluar en terreno los avances del trabajo que realizamos en Proniño.







La venida de Arturo calzó con el cumpleaños de Yordana, así que nos fuimos de Rumba para

celebrar los 20 y ??? .



Para navidad fuimos acogidos por la familia de Mónica Gómez, quien se preocupó de hacernos sentir como en casa, con regalitos incluidos. De igual forma armamos nuestro arbolito de pascua y tuvimos varios regalitos. La verdad que fue una muy linda y diferente navidad.







En año nuevo nos la pasamos en Sevilla, una ciudad cercana a Cali, la familia de Marco Velásquez, nuestro amigo del trabajo, fue la encargada de acogernos esta vez. Se esmeraron para hacernos sentir en casa. Cantaron canciones chilenas y pusieron las banderas de cada país, fui increíble todo el cariño y la buena compañía.



Aprovechando que estamos en la zona, nos fuimos de paseo por Popayán, Silvia, el lago Calima y otros pueblitos muy lindos.