los niños de Dharma
Es difícil explicar cómo son los niños de Dharma, con los que fuimos a Cartagena. Por un lado son niños que se tiraron miles de piqueros en la piscina, hicieron juegos y bailaron, como lo hace cualquier niño, pero por otro lado, muchas veces hablan como adultos. Hablan de la muerte y de la vida, del cáncer, de la quimioterapia, con toda naturalidad, porque ya es parte de su vida cotidiana. No tienen miedo en mostrar sus cabezas, ya peladas, y en otros casos, caminar con muletas, porque han perdido un pie.
Vivir una semana con ellos y hacerse amigos, fue una experiencia increíble. Cartagena es un lugar chorísimo, con playas, ciudad amurallada, y mucho que conocer, pero por sobre lo más importante fue ser parte de la vida de estos niños, aprender de ellos como gozan cada día, y como saben agradecer hasta lo más chico.
aquí van algunas fotos de ellos, para que los puedan conocer, aunque sea "virtualmente".



